El río Ostúa, brinda muchos beneficios a las comunidades que baña, desde alimento, a través de la pesca, hasta el agua que usan los habitantes para bañarse, los quehaceres de la casa y para los pequeños cultivos de la zona.
El temor de Cisneros se debe a que el río está bajo amenazas por la contaminación que podría significar una mina ubicada en Guatemala, que estaría usando el agua del río para sus procedimientos y vertiendo en él, los desechos de la extracción de oro y plata, lo que afectará la salud de los habitantes de la zona, a través del consumo del agua del río.
Esta situación ha sido expuesta a través de una investigación realizada por la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica de El Salvador, que establece los impactos a los que están expuestos la salud y los recursos acuíferos de la zona, por las operaciones de la mina Cerro Blanco, ubicada a cinco kilómetros río arriba, en territorio guatemalteco.
Sidia Cortes, bióloga a cargo de la investigación, explica que dentro de los descubrimientos hechos en el estudio, destaca que la mina está haciendo uso de agua del río y de otros vertientes subterráneos para sus procedimientos, lo que afecta directamente al territorio y población salvadoreña.