Los bosques nicaragüenses tuvieron una reducción de 1,300,000 hectáreas, la mayoría de áreas naturales protegidas. También, el incremento de la minería, las afectaciones del monocultivo y la contaminación del agua y suelo.

nota dos Marvin

Fotografía: La Prensa

La crisis ambiental en Nicaragua camina a pasos agigantados en este año 2020. El deterioro al medio ambiente es provocado por las industrias extractivas, en complicidad con el gobierno del presidente Daniel Ortega, según dijeron representantes de Centro Humboltd.

La destrucción ambiental es producto de las políticas empresariales, el debilitamiento de la aplicación de las leyes ambientales y la falta de voluntad del gobierno en cuanto a la sostenibilidad del medio ambiente. A esto se suma la criminalización de ambientalistas que defienden sus territorios de proyectos extractivos, como la minería.

Los bosques nicaragüenses tuvieron una reducción de 1,300,000 hectáreas, la mayoría de áreas naturales protegidas, según indicó Javier Mejía, coordinador del Área de Recursos de Centro Humboltd.

Durante los meses del 2020 se han aprobado cinco permisos ambientales para la industria minera. Además, se incrementó la pequeña minería artesanal y el uso del mercurio en estos proyectos. Un total de 50 municipios del país se encuentran contaminados con un nivel alto del químico. Sumado a esto, el problema de escasez y calidad del agua en el corredor seco y zonas de transición afectan a las poblaciones; también, la degradación del suelo por las malas prácticas agrícolas del monocultivo de tolvaneras en Costa Caribe, Las Segovia, Managua o León.

La Costa Caribe de Nicaragua está agonizando por las talas indiscriminadas y la contaminación de la minería en los ríos; asimismo, la invasión a las tierras indígenas por parte de los agricultores del Pacifico pone en riesgo la sostenibilidad ambiental de la zona, según un reportaje de DW.

Lottie Cunningham Wren, presidenta del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan) señaló de responsable al gobierno Orteguista por el deterioro de la Costa Caribe. 

"El gobierno de Nicaragua ha jugado un papel activo en alentar la colonización de las tierras en la Costa Caribe. Ha alentado la fiebre del oro, ofreciendo millones de hectáreas disponibles para concesiones mineras, de las cuales más de 800.000 hectáreas se encuentran dentro de la Reserva de Biosfera de Bosawás", la mayor área protegida de Centroamérica, dijo la activista al medio DW.

La presidenta identificó algunos ríos envenenados por la minera, entre ellos: el río Waspuk, el Coco y el Wawa están contaminados con mercurio. El río Bambana tiene cianuro. En el Caribe es más facil encontrar una botella con mercurio que un litro de leche.

El director ejecutivo de Centro Humboldt, Víctor Campos, explicó que el cambio climático se profundizó en Nicaragua, aumentando la temperatura a 2°C. Hubo un aumento de los fenómenos meteorológico como: trombas, mar de fondo, tormentas eléctricas y vientos intenso. Además, se registraron entre enero y abril cantidades de quemas agrícolas e incendios forestales, reportando un promedio de 15,558 puntos de calor, 40% de ellos en áreas protegidas.

El deterioro ambiental en Nicaragua va de la mano con la pasividad de las instituciones del estado para atender o aplicar el marco normativo. El Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), el Instituto Nacional Forestal (INAFOR) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) están en el punto más bajo en la gestión del país, indicaron los representantes de las organizaciones. Incluso, el gobierno designó en 2020 un presupuesto reducido para atender los temas ambientales.

Los representantes de Centro Humboltd agregaron que el caos forestal es producto de la falta de seguimiento de planes de manejo y la falta de transparencia. Desde junio 2019, la Asamblea Nacional no ha aprobado ninguna norma referida al sector ambiente. Sin embargo, la gestión ambiental publica facilita los trámites para los proyectos extractivos.

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